miércoles, agosto 01, 2007

Ana Galvan


Acojonante, verdad? Y es una historia 100% real. Y puedo verificarlo porque el otro día tomando un algo con un colega me contó exactamente la misma historia. Lo único que cambiaba es que no era su tía, sino que eso le había pasado a un amigo de un amigo.
Y es que cuantas boas habrá sueltas midiendonos, amigos?
Pues preguntenselo a esta ilustradora, que hace cosas como la de arriba, y otras muchas más.

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